¿Recuerdas con qué ilusión esperabas cada reunión? Todas parecían especiales a su manera. En lugar de ir al zoo y al teatro, visitar exposiciones y fiestas, pasas el tiempo viendo telenovelas y comiendo pizza entre cuatro paredes. Sí, es más cómodo, pero debido a la falta de impresiones y emociones vívidas no tienes casi nada de lo que hablar. Deberíais hacer un gran esfuerzo para no descargar vuestra irritación acumulada el uno en el otro.
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Silenciar las ofensas y no escuchar a su pareja
A veces, en el momento oportuno, no sabemos mantener la boca cerrada y, cuando no es necesario, hablamos sin saber. Por supuesto, muchas de nuestras reacciones emocionales vienen de la infancia, pero la mayoría de las veces crean un muro de incomprensión y provocan situaciones de conflicto. No merece la pena guardarse resentimientos y guardar silencio; al fin y al cabo, tu pareja no puede leer la mente. Es importante aprender no sólo a transmitir tus sentimientos, sino también a intentar ver la situación a través de los ojos de otra persona. Si esto no funciona, es mejor preguntar sin rodeos que ahogarse en conjeturas y construir teorías conspirativas de escala intergaláctica.