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Aunque sea un lobo solitario por naturaleza, al que no le gusta estar en compañía de gente, se le pueden escuchar historias divertidas. Y puede hacer reír a sus interlocutores, a pesar de la expresión pétrea de su rostro. Trata con calma las bromas en su dirección y sabe aguantar muy bien un golpe. Al mismo tiempo, no hace el ridículo y no permite que los demás se impongan a su costa.
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