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El hábito de comer mucho en casa
Cuando una persona vive sola, no tiene que preocuparse por los calcetines sucios en el suelo. Sin embargo, a otra persona que se caracterice especialmente por su amor al orden y la limpieza, le molestará este hábito. Montañas de platos sin lavar, polvo en el alféizar de la ventana, montones de trastos sobre la mesa, cables enredados… todo esto suele convertirse en un desencadenante de conflictos. En este caso, por lo general un hombre está seguro de que la limpieza y el mantenimiento de la casa – deberes exclusivamente femeninos. Sólo un reparto competente de las tareas ayudará a la pareja a mantener el orden en la casa y en las relaciones.
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